Si bien la universidad es la más antigua EN FUNCIONAMIENTO (pues nunca hay que olvidar a los Estudios Generales de Palencia), en eso, me temo, se ha quedado el prestigio de tal institución académica donde personajes ilustres como Miguel de Unamuno o Miguel de Cervantes residieron alguna vez: en historia.
Una de las cosas que más me ha chocado como estudiante y que todavía me parece vergonzoso es que los trabajos tanto de final de grado como de máster deban hacerse presencialmente cuando en el siglo XX1 impera la era de la tecnología y la digitalización.
En cuanto a profesorado, podrá ser todo lo reconocido que uno quiera, pero si hubiera de hacerse un examen de "humanidad", es decir, de cómo es la relación entre el profesor y el estudiante universitario, me parece que 1 de cada 10 aprobaría y eso arriesgándome mucho.
Se centran y empeñan más en que se hagan las cosas como ellos quieren, en que los alumnos actúen como trabajadores de la empresa a la que pertenecen y de la cual ellos se creen los jefes, que en que realmente aprendamos algo. Por supuesto, no todos son así, pero el 75% ha olvidado qué es ser alumno y tan sólo les importa el maldito test docente de evaluación que nunca olvidan en recordar cada tanto, hasta llegar a interrumpir horario laboral para obligarte a hacerlo.
Siempre había escuchado muy buena reputación en cuanto a lo relacionado con lo literario y quise probar mi experiencia aquí como filólogo y escritor que soy, pero en mi no tan humilde opinión, lamento profundamente haber tomado esta decisión y ojalá me hubiese quedado en Valencia.
Personalmente , no recomendaría esta universidad ni a mis peores enemigos.
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